martes, 12 de julio de 2011

Man - zana

Ovulo etérea
la manzana de la Vida
la miel del Edén
los ríos de leche.

Menstrúo corpórea
los sueños perdidos
las visiones nuevas
la fruta partida


M. Glusman

sábado, 4 de septiembre de 2010

Vírgenes Negras




Somos las que somos. Las que vamos siendo. Sin dogmas ni condicionamientos.
La belleza verdadera se irradia desde adentro, desde el brillo genuino de nuestra pasión pulsante. Somos hembras bellas, auténticas y sabias.
El pujo de la Vida nos corona como Reinas. Tejemos nuevas redes restaurando Esperanza. Somos Mujeres Bendecidas, creadas a imagen y semejanza de la Divina Madre. Ciclamos con la Luna, danzamos con la Tierra, y en esa danza espiral nos renovamos, restaurando nuestras heridas, convirtiéndolas en portales hacia la sanación y la integridad. Somos cálices sagrados donde mora la Diosa, Infinita y lejana y al mismo tiempo, profundamente cercana.
Somos Mujeres Sagradas, transformadoras concientes, Guardianas de la Vida y la Renovación permanente.



M. Glusman

Profunda Gaia




Esperanza

El Alma femenina estuvo prisionera.
Dedos anchos y abusivos violaron el himen de las Vírgenes del bosque.
Los gritos fueron ahogados por los falos de acero.
Los árboles fueron talados y asesinados los sueños.
Y aunque robaron los partos y les pusieron precio,
es sabido que los rizomas permanecen vivos,
ocultos, silenciosos, invisibles,
sorbiendo la savia de las criaturas nuevas.
Algún día los tanques de guerra se convertirán en polvo,
y el polvo en anilinas fucsias y violetas,
y por las calles correrán los niños
llenando de frutas las canastas vacías.

M.Glusman

Parturienta




El terreno a sembrar es tu propio Ser.
El terreno a desmalezar, cultivar y cosechar es tu propio Ser.
No manipules a nadie.
Sólo tu corazón es el laboratorio supremo.
Haz alquimia contigo misma.

M.Glusman

Lo nuevo está llegando...

Ain Sof Or

Agua!!!



Fluído

Lágrimas de serpiente se arrastran
-lánguidas-
por mis mejillas.
Vienen reptando desde adentro de mis ojos.
Oriundas del desierto que cobija a mi alma,
caen como escamas secas
que trasladan
-en secreto-
gotas de oasis para fertilizar la tierra


M. Glusman